Miles de cacereños han revivido hoy la
batalla en la que Cáceres fue recuperada por la cristiandad la noche del
22 de abril de 1229, víspera de la festividad de San Jorge, al que han
rendido homenaje con la quema de un dragón de 12 metros.
Cuenta
la leyenda que la princesa mora Mansaborá, hija del señor de Alkazires,
traicionó a su padre entregando a su enamorado, un capitán de las tropas
cristianas, las llaves que le llevaron a perder la ciudad.
La
noche en la que Cáceres recuperó la cristiandad por las tropas de
Alfonso IX fue el 22 de abril de 1229. Según esa leyenda, fue la
intercesión de San Jorge, patrón de los ejércitos, quien permitió la
derrota a las tropas moras.
Por eso, cada 22 de abril los
cacereños salen a la calle para revivir la batalla de la reconquista que
tiene su final apoteósico con la quema del dragón en la Plaza Mayor,
que simboliza la derrota del feroz animal a manos de San Jorge.
Previamente
una comitiva de unas 100 personas han protagonizado un desfile por las
calles más céntricas de la ciudad en el que una banda de cornetas
cristianas y otra moras, con San Jorge a la cabeza subido a su caballo,
han provocado los aplausos de los espectadores.
Detrás de esta
comitiva ha desfilado un dragón de 12 metros de largo por 4,5 de alto
inspirado en los colores de la cueva de Maltravieso, en tonos marrones y
verdes, cuna de la historia más antigua de Cáceres.
El público,
sobre todo los niños, impacientes por ver a la bestia gritaban al
aproximarse el gigantesco animal que mostraba su boca y alas abiertas.
Este
año, como novedad, un trineo tirado por 14 perros "alaskanos" se ha ido
abriendo paso, algo que en general no ha gustado al público por no
encontrar el sentido dentro de la leyenda de San Jorge o de la
reconquista.
Cerca de las 22.00 horas la comitiva hacía su entrada en la Plaza Mayor, que se ha quedado más pequeña que nunca.
Imágenes
proyectadas en las torres de Bujaco y de la Yerba y en la fachada del
Ayuntamiento han narrado la historia de la fiesta y un grupo de
malabaristas han iluminado con fuego la plaza. Tras la quema del dragón a
manos de San Jorge muchos esperaban a los fuegos artificiales.
Pero
entonces, ha llegado el momento más sorprendente y es que otro dragón,
en modo de sombra virtual, ha aparecido en escena sobrevolando las
cabezas del público y soltando huevos con confeti.
"Mira papá, un dragón volador", han dicho algunos niños. Y
es que la organización ha querido simbolizar que los descendientes del
dragón que esta noche ha sido pasto de las llamas volverán para intentar
ganar la batalla a San Jorge el próximo año.
Y este ha sido el
final de la festividad de San Jorge en Cáceres, aunque se desconoce el
final de la princesa Mansaborá que, según la leyenda, su padre conocía
los secretos de la brujería, de los que hizo uso para convertirla en
gallina y pagar así por su traición.
Por ello, en recuerdo de la
joven, a las 00.00 horas se han escondido dos gallinas de fieltro en la
ciudad monumental dotadas con premios para quien los encuentre. Habrá
que esperar a que algún cacereño se tope con ellas.
Noticia: www.elconfidencial.com
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